La batalla resultó muy confusa, así que me he tomado la libertad de dejar que todos escriban como han acabado con sus zombies antes de contar mi historia:
(Batalla de los 9 híbridos)
Bueno, no hay demasiado que decir. Eramos un nueve contra nueve justo. Salvo que ellos tenían cosas brillantes y afiladas. Todos habíamos sido intentos de híbridos serpiente, por lo que algunos teníamos garras, otros colmillos y veneno, otros gruesas colas, otros afilados dientes y mandíbulas flexibles... En fin, había un poco de todo. Luchamos con mucha valentía contra los 9 zombies blindados. Nuestras garras eran suficientemente afiladas como para penetrar la armadura, por lo que nos fue fácil reducir al primero. Al segundo uno de nosotros se tragó su cabeza entera de un solo mordisco. Al tercero dos de nosotros empezamos a marearlo dando vueltas a su alrededor en distintas direcciones, pero hirió y acabó con uno de nosotros. Ese cayó de golpe cuando el híbrido del veneno escupido le tiró ácido en toda la cara. Fue cuestión de tiempo que todos redujéramos al tercero. El cuarto pudo acabar con otro de nosotros, y con otro por sorpresa. Estábamos enfadados, por lo que lo desmembramos y lo expulsamos del estadio. Quinto, sexto y séptimo de los zombies la palmaron por decapitación, y tercero, cuarto, quinto y sexto de los nuestros murieron de una clavada en el corazón. Eramos 3 contra 2, pero parecían muy fuertes. Un mordisco en su cabeza acabó con el penúltimo de los zombies, pero de un mazazo acabó con el de los nuestros. Solo faltaba uno y nosotros dos. Saltamos a la vez y, desgraciadamente, acabó con mi compañero, entonces yo acabé con aquel pobre diablo, quedándome a contemplar el duelo final.
(Batalla de Julia)
Ambos teníamos unas cuchillas de mariposa, por lo que fue una batalla bastante movida. Me acerqué a gran velocidad y chocamos ambas navajas entre si. Pude clavarle la navaja profundamente entre sus costillas, pero supe que era inútil, por lo que corté el cuello de este, mientras gruñía. Intentó morderme la mano, pero atrasé a tiempo y clavé en su cerebro con profundidad la navaja izquierda. Había acabado con el pobre diablo, por lo que me quedé contemplando el duelo final.
(Batalla de Lucy)
Bah. No merece la pena. Fue rápido y mordaz. Encendí la motosierra, intenté cortarle el brazo, pero fue inútil, la armadura era buena. Corté con fuerza su cabeza, acabé con el pobre diablo y me quedé observando el duelo final.
(Batalla de Hebi)
-Ho-ho-ho. ¿Lista para la revancha?- me dijo este zombie. Lo conocía, fue el que me apresó y me ató para hacer experimentos conmigo. Hasta me... Agh, no quiero ni recordarlo. Saqué mis largos cuchillos y pronuncié:
-Hoy acabaré con tu sufrimiento.
Adelanté velozmente y corté su pierna. Sabía que ese fue su punto débil, por lo que lo dejé en el suelo cojeando.
-Asqueroso. No mereces vivir.
Y ¡Frush!, clavé mi largo cuchillo entre ceja y ceja de este. Me senté y me puse a ver el duelo final.
(Duelo final)
Ahí estaba yo. Cara a cara frente aquel que ha lavado el cerebro de mi chica. Este sonrió con una alegría extraña:
-Espero que estés preparado, simple mortal. Soy el más hábil de todos los zombies.
-Eso es porqué no ha existido zombie para sublevarse. Yo soy humano, no te va a servir ese rollo conmigo- corté con un tono burlón.
-Suficiente. Vas a conocer la verdadera fuerza del linaje zombie.
Y a gran velocidad me embistió con fuerza contra el borde de la arena. Agh, sangre. Mala señal. Intenté clavarle la katana por la espalda, pero desapareció. Miles de golpes por doquier, haciéndome aturdir.
-Agh... Cobarde... No puedes enfrentarte a mí cara a cara.
-¡Pero si estoy aquí mismo!- escuché, sacó un cuchillo y me lo clavó en el estómago. Este volaba en el aire, pero ni rastro de él. Sabía que era invisible, pero sería difícil herirle. Para tener referencia, pegué un corte aleatorio. Le había cortado una parte de lo que parecía una pierna. Sangre. Se le podía ver perfectamente:
-Ahora ya estamos a la par, reyezuelo. Tira el cuchillo y lucharemos como antaño.
Clavé con fuerza mi katana en el suelo. Obviamente, él haría trampas, pero yo también las haría. Tiró el cuchillo que tenía en su mano y empezó agarrándome de la camisa, pero respondí con un fuerte cabezazo en su nariz. Lo recuerdo bien por que sonó un fuerte crack en mi frente y no era mío. Sangre por su nariz. Veía el contorno de su rostro. Patada fuerte a su tobillo y cae de espaldas al suelo. Me abalanzo sobre él e intento ahogarle con mis manos. Y, de la nada, siento un profundo dolor en el corazón. Lo sabía, pero debía fingir:
-A-Ahhh... D-Dije que nada de armas...
-¡Ja! ¡Iluso!- tomó mi cuerpo, dio la vuelta y se colocó encima de mí. Me clavó más el cuchillo y... ¡Bang! Algo resuena entre todo el místico coliseo. El Rey Zombie se detiene. Cae de espaldas. Entre mi manga se puede ver el último disparo de silenciador escondido.
Me alzo con gran debilidad. Estaba al borde de la muerte. Pero me queda suficiente para que me curen. Hebi se acerca y venda mis heridas. Una vez curado, comienzo a hablar:
-Zombies del lugar, me considero vencedor de todos los juegos Zombies. Y como líder, quiero que el nuevo goberna...
No pude acabar la frase. Catherine estaba abajo, la miré y sonreí, pero proseguí:
-...el nuevo gobernador sea Hebi. Ella creará antídotos para todos y os curará. La "Nueva Sociedad" se ha instaurado. ¡Salve, Hebi!.
Todos empezaron a corear "Salve, Hebi!", hasta los zombies más avanzados. Yo sonreí, miré a Catherine y le dije que se acercara con un gesto de mi mano. Ella empezó a correr y... Mi sonrisa se borró por completo de un solo acto. Hebi me mira:
-¿Qué ocurre?
Todo parecía normal, salvo que estaba muy rígido. Mi cabeza se ladea un poco y muestra mi cuello. Marcas de colmillo:
-P-puede que me hayas derrotado, mortal. Pero me iré contigo...
El Invisible Rey Zombie cayó de espaldas, y yo me quedé rígido. Notaba como lentamente la sangre de mi cuerpo se volvía sangre zombie. Caminé lentamente hasta Catherine, pero por su rostro pude ver que me estaba volviendo un zombie. Quería decir "Espera" pero en su lugar, un gruñido fue pronunciado. Catherine tomó una escopeta entre sus manos y me apuntó. "No, no lo hagas" quería decir, pero en su lugar, un alarido resonó. "Por favor" y gruñidos. Seguía acercándome y... Después de eso, lo vi todo negro.
No recuerdo bien qué pasó en ese momento, pero estaba en el laboratorio zombie, Hebi me miró con una mirada triste y pronunció la frase más dolorosa que he oído en mi vida:
-"Tu infección no es curable"-.
Empecé a chillar y a romper todo a mi paso, pero Hebi me clavó un dardo tranquilizante en el cuello y no recordé nada más de ahí.
Volví a despertarme y... Esta vez estaba en un desierto. Junto con otros zombies de baja calaña. Un humano a quién jamás había visto, me habló:
-"¡Gusanos! ¡Cada uno estáis por una razón!"-. No, espera, no fue lo que dijo. O sí? Agh, no recuerdo. En fin, me dio un papel donde me decía que Catherine no me quería y se había ido con el ex-novio Miguel. Entre el desierto, entre la arena, entre el suelo, tuve una cosa que hacía ruido con soplar. Nadie sabe que es. Pero yo tocar muy bien. Creer llamar "Trompeta", y yo creer. Humano reír cuando decir "Trompeta". A lo mejor confundir con "Armónica". Quedar en el suelo. Catherine. Echar mucho de menos. Pero ella traicionar mi. Ya no valer la pena vivir. Yo recostar en el suelo y tocar cosa que hace ruido. Zombies creer que estar loco, pero solo estar muy triste por culpa de Catherine. Y peor, no pyedr motdwir...
La chica desconocida que leía la historia, estaba demasiado confusa ya que al final de la hoja las letras estaban muy emborronadas... Hay lágrimas y sangre mezclada entre las páginas. Lo único comprensible es algo que pone "FIN" al final de la hoja....
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