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viernes, 18 de octubre de 2013

Capítulo doce: "Over The Dead" y "Lucy in The Sky"

Este extraño ser empezó a moverse como si estuviera siendo arrastrado por un extraño mar. Parecía etéreo, parecía intocable... Y tanto que lo atravesé con la katana y fue como cortar aire. Con su guadaña traspasó con fuerza mi hombro izquierdo, provocándome unos fuertes temblores y un frío terrorífico. El extraño monstruo no hablaba, solo gruñía suavemente. Pero yo no me fijaba en aquello, me fijaba en toda la sangre que caía al suelo por mi parte. ¿Cómo se puede matar algo que es intocable?
Otro corte de guadaña que pude parar con la katana. Vi que la guadaña tenía dos puntos verdes. Y entonces vi sus profundos ojos verdes mirarme como si quisiera absorberme el alma... Acercó su rostro tanto y sus ojos brillaron profundamente, lentamente podía ver como mis fuerzas menguaban y sus ojos brillaban más y más... Hice un último esfuerzo y pegué un fuerte cabezazo contra la cabeza del ser, me salió un poco ladeado por lo que uno de sus ojos salió disparado a un lado. Y lo entendí absolutamente todo. No me enfrentaba a un zombie... Me enfrentaba a una guadaña... Y los ojos del "Eter" eran su foco de energía... Este se abalanzó sobre su ojo separado, pero yo lo pude coger a tiempo y lo lancé fuera del estadio. El extraño monstruo parecía enfurecido, pero en vez de atacar, disparó un extraño rayo contra mi mirada y...
Todo el mundo a mi alrededor se volvió verde y entonces pude ver mis peores miedos confirmados: vi la cabeza de Lucy rodar otra vez por el suelo, vi a Catherine torturada y con la boca cosida gritando como podía, vi a mi madre devorada por los zombies, vi al Rey Zombie declarando la dominación completa de todo el mundo...

-Por favor... Basta... Basta...- murmuré encogido en el suelo, vi a Catherine con una mirada de odio y como tomaba una enorme guadaña a punto de cortarme la cabeza.
Me defendí de ese corte con la katana, la guadaña ejercía un control mental en mí y debía saber cual era el punto débil. Catherine me atacaba ferozmente con intención de matarme, pero... Me acuerdo que tenía las flechas... Lanzo una contra sus manos, pero lo atraviesa. Lanzo otra a una de sus piernas, pero otra vez falla. Otra directa al corazón, pero atraviesa. Lanzo una última a su cabeza y Catherine se queja con fuerza, sangrando mucho, decido clavar la katana en su cabeza y... Todo el ambiente verde se fue desvaneciendo...
"Claro... El único punto débil a quien no podría atacar jamás era Catherine" pensé mientras vi que el segundo ojo del monstruo se había cortado y la guadaña cayó al suelo inerte. Separé la katana suavemente y me llevaron de la arena tan rápido que ni pude oír las ovaciones del público. Me llevaron a mi habitación y me tiraron a la cama con algo de enfado, acto seguido se fueron y me dejaron solo. Sin dudarlo, salí de mi habitación y subí el ascensor al máximo, donde había un amplio balcón. Me recosté sobre el borde del balcón, mirando donde estaba la luz encendida de aquella habitación donde debería estar Lucy...

-Oh, my little Lucy in the sky...- murmuré como un secreto prohibido de pronunciar.

-¿De quién hablas?- dijo una voz que había oído. Me giré. Varnasse, la ex-reina de todos los zombies.

-Lucy, era mi compañera en la Eliminatoria...

-No te preocupes por ella...- y esta posó una mano en mi hombro -sea como sea, está en un mundo mejor.

Sonreí. Me había sacado una sonrisa el pensar que Lucy estaría en un sitio mejor.

-Gracias.

-No tienes que dármelas, tú me has dado otra oportunidad en esta vida...

Silencio. Ella miraba mis ojos y yo los de ella. Eran oscuros como los de mi adorada Catherine. Ella pronunció:

-Si llegas a necesitar ayuda, aquí tienes a una alidada.

Yo me levanté y le ofrecí la mano:

-Será un placer, Varnasse.

-¿Varnasse?- preguntó -Yo me llamo Julia
.
-¡Oh! Perdón... Julia... Gracias por ofrecerme tu ayuda.

Y esta desapareció moviéndose hábilmente por las paredes. Era muy buena. Yo lo había comprobado en mis propias carnes. Volví a tumbarme en el balcón y ver la misma ventana. Juraría haber visto a alguien en algún momento. Pero no puede ser... Oh, Lucy... ¿Porqué el destino jugó de tal manera con nosotros? Bueno, debía descansar... El día de mañana moriría por Catherine o la salvaría de aquel que la domina con mano de hierro. Me fui a la habitación y... Un fantasma llegó a mi habitación. Por un momento pude ver a Lucy, pero desvaneció al segundo. Dios, que horror... Me tumbé en la cama y cerré los ojos...
Me desperté durante la noche sin motivo aparente, hasta que vi que una cuerda cerró mi boca con fuerza y se quedó como si de una rienda se tratara. Me quedé en silencio, esperando la llegada de alguien... Y era Catherine... Esta me tapó la boca con una mano y sonrió:

-Hola, guapetón... Yo, cariño, soy la 5ª prueba contra la que debes luchar... Así que si no estás más despierto mañana, prepárate...

Y esta se fue dejándome la cuerda entre mi boca. Empecé a gritar intentado quitarme la cuerda, pero no llegaba a la katana. Estuve forcejeando durante media hora, pero era inútil. Hebi entró en mi habitación y me vio atado. Cortó mi cuerda y sonrió un poco:

-Oh, Marshall, ¿qué ha pasado?

-Yo ya no tengo ni idea...

-Oh, en fin, solo quería informarte que necesito mucha mucha de tu saliva para fabricar el antídoto... Así que necesito que escupas cada minuto en este frasco.

Me enseñó el frasco, era de un litro. Bueno, espero que no esté chungo.

-De acuerdo.

Ella besó mi frente y se levantó de nuevo:

-Buenas noches...

Desperté otra vez directamente en la celda, esperando a uno de mis peores enemigos jamás nombrado... Catherine...
El Rey Zombie volvió a aparecer por última vez, pero esta vez sin su séquito de mujeres:
-Hoy, Marshall se enfrenta a la semi-final y la final del campeonato. La semi-final que espero que acabe con esta triste alimaña es un duelo amoroso... ¡Un aplauso para mi esposa... Catherine!-.
Y esta salió por la puerta. Todos vitorearon a Catherine salvo Julia, el zombie terciario, Hebi y sus híbridos. Bueno, había un tipo con una capucha marrón al lado de uno de los híbridos.
-Bueno, querida, yo no quiero ataca...- y una larga hacha cruzó mi mejilla cortándomela desde la boca hasta el final de mis pómulos.
Me tapé la boca y tenía ganas de llorar:
-No, Catherine... No me mates...-

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