Me desperté, pero ya no era el mismo. Me puse toda la ropa que me había quitado con Lucy para que me hiciera la cura y bostecé. Tenía ganas de matar humanos, por lo que encendí la tele a ver si había movimiento por las calles y, efectivamente, habían 6 personas juntas cazando zombies con cuchillos y algunas balas. Voy a por ellos y acabaré con todos. No quise despertar a Lucy, pero me pondría a practicar hasta que bajara... Le eché un vistazo a Lucy tumbada en la cama... Que mona se ve...
"¿Perdón? Quiero recordarte, subconsciente, que vas a tener que matarla..."
Bueno, no quiero pensar en ello aún... Abrí la puerta y sin ningún miramiento hice ruido con la katana contra la barra de metal de las escaleras, haciendo que los zombies se acercaran. Fue glorioso acabar con 57 zombies casi sin moverme, solo sentir como su sangre recorría por mi chaqueta... Me encantaba... Pude ver como Lucy me veía lentamente, recostada en el marco de la puerta... Hoy iba especialmente guapa, llevaba un top blanco que ponía en negro "Bad Little Girl" y unos pantalones vaqueros algo ajustados. Le molaba ese rollo, y a mí también. Preguntó:
-¿Vamos a por esos 6 patos?
Yo asentí. Fui cargándome a todos los zombies de las plantas... Fueron 71 en total. Andamos durante un buen rato hasta ver que se metían en un bar perfectamente iluminado. Yo sonreí, no estaba dentro pero ya sabía la estrategia que iba a seguir... Murmuré:
-Lucy, déjame a esos 6 a mí. Sé que poder hacer...
-Cono desees, Marshall -respondió y me dio un golpe amistoso en el hombro, al cual yo respondí con una amable sonrisa. Caminé hasta el bar, y podía ver la basura cerca... Tablones de madera... Tapé las ventanas con estos... Solo me faltaba entrar y acabar con ellos... Entré por la puerta de atrás, sabía que no había nadie, se escuchaban los ruidos de los vasos al dejarlos en la mesa. Contaba: 1... 2... 3, 4, 5... 6. Todos estaban en la barra. Sonreí y llegué a mi destino: El panel de control. Sin dudar, corté el panel y... Oscuridad. Los tipos empezaron a murmurar y alguno que otro a chillar... Me deslicé rápidamente hacia todos, sin hacer ningún ruido. Uno chasqueó su mechero y... No volvió a hacerlo. Mi katana atravesó su cráneo. Todos chillaron como nenas y empezaron a correr en direcciones distintas, uno se acercó a mí sin saber y ¡zas! corte en la cintura y cae de golpe. Uno disparó cerca de mí, pero se había delatado. Mi padre siempre decía: "Si vas a disparar al rey, será mejor que lo mates". Y este no hizo caso y... ¡BAM! lo partí por la mitad desparramando su cerebro por el suelo. Otro llegó al panel de control y chilló por el calambrazo, por lo que no fue difícil acorralarlo en la cocina y aplastar su cabeza contra la puerta. Faltaban 2. Uno dispara y roza mi cuello, mi cintura y mi brazo izquierdo, pero era el único que quedaba... Hice el "Falso Harakiri" y atravesé sus costillas con facilidad para ensartar su corazón. Sentí sus latidos contra mi katana. Si no mal contaba, faltaba uno. Pero volví al bar y vi que la puerta estaba abierta. Dios, es una trampa. Pues sorprendámoslo. Tomé uno de los cuerpos y salí con él como escudo, se desfragmentó en cuestión de segundos mientras lo arrastraba por los disparos del último. Alcé las manos quedándome con piel del cuerpo de su compañero en mi mano:
-¡Como me llamo Nikola que sufrirás una muerte agónica! -dijo mi rival.
-Mierda... Vale, pero ya que me vas a matar, hazlo con mi propia espada... -dije serio, tenía una idea. Le arrojé mi espada y me arrodillé frente a él, esperando el espadazo. Alzó la katana y... Justo al bajarla, pegué un fuerte puñetazo en sus partes bajas, haciendo que este gritara de pura agonía. Lo empujé con fuerza hacia delante y tomé mi katana.
-Voy a darte de pasto de zombies.
-¡No! ¡Por favor, mátame! -gritó en el suelo, tomó su pistola y disparó, pero no tenía balas.
-Ja-ja. Sin balas- me burlé, le arranqué ese brazo y todas las extremidades, viendo como lentamente se arrastraba por el suelo como un gusano. Zombies corrían a gran velocidad hacia aquí, y parecían de los listos, por lo que decidí esconderme entre el oscuro bar. Me quedé ahí viendo como uno por uno se comían los restos de mis enemigos abatidos... Cuando acabaron, echaron a correr del lugar. Yo salí después de un tiempo lleno de sangre y trozos de sesos, pero me daba igual. Me había convertido en un guerrero nacido para matar, como Lucy. Por cierto... Ella apareció después de un rato y me dijo algo muy extraño:
-¿Damos un paseo?
No sé porqué querría dar un paseo conmigo si yo no era afectuoso con ella ni nada. Pero acepté y añadí:
-De paso lograremos provisiones, ¿no?
Dimos ese largo paseo hasta que pude ver dónde sería la final... En el Santiago Bernabeu habían 20 cadenas que colgaban sobre el nombre, y en 7 de ellas había una cruz. "Así que faltan solo 13..." pensé... Miré a la grada número 0 y vi una lista:
"Mike
Belén
Nikola X
Kino X
Landa X
Albert X
Vincent X
Tom X
Beatrice
Dave
Miguel
Pedro
Sherry X
Marshall
Lucy
Jeff
Billy
Tom
Sergei
Sbethlana
RECORDAD, SOLO EL QUE NO TENGA "X" PODRÁ PASAR".
No hay comentarios:
Publicar un comentario